Beariz nevado, camino de las cochiqueras con Pepe... las cerdas celtas, preñadas, escapadas para parir en el monte... por fin las encontramos y Brigitte, me sigue, me posa, me hace caso cada vez que la llamo...
Pepe les da de comer y suelta a los lechones, que corren como locos y se comen la nieve... y con el grito de "oio" todos los animales atienden a sus palabras... hora de dar de comer al semental, como dice Pepe hace demasiado frío y no parece un semental (risas)...
En otra cochiquera nos encontramos a los celtas para la matanza del año que viene... rescata a un pajarillo y lo soltamos...
Me habla de su mujer, que murió hace tres años, de África, continente del que está enamorado, y de que hoy se va a preparar un bacalao para almorzar... me cuenta que las mujeres del lugar dicen que no hay niños mas obedientes que sus cerdos.
Se presentaba una mañana de viernes, fría y triste... pero el resultado fue una mañana de viernes, calurosa y llena de risas y aventuras...
